La estimulación temprana es primordial en todos los peques y más si tienen necesidades educativas especiales. en este post os damos unas pautas para estimular a los niño@s de 2 a 3 años.
Para trabajar la motricidad gruesa
Gatear, andar, arrastrarse poniéndoles pequeños obstáculos, ayudará a los niños y a las niñas a conocer mejor no solo su entorno sino, sobre todo, sus propias capacidades de movilidad y la sensación de seguridad que le ayudará a crecer.
Acercarse a los objetos, y explorarlos, le ayudará a conocerlos y a pensar sobre ellos, siendo un paso previo y fundamental para los posteriores agrupamientos, clasificaciones, reconocimiento de semejan-zas o diferencias…
El ejercicio físico mejorará su apetito, le ayudará a dormir y descansar mejor y favorecerá el conocimiento a través del juego y la experimentación, fuentes inagotables de evolución en los niños y niñas de esta edad.
Actividades
Si algo le resulta difícil, es importante que lo intente. A veces una pequeña dificultad sirve de motivación y se trata de que se movilice cuanto más, mejor.
Actividades para trabajar la motricidad fina
No se trata de conseguir grandes destrezas manipulativas, sino de que adquieran conciencia de sus posibilidades con las manos. Dado su momento evolutivo, la mejor manera de aprender a esta edad es a través de la experimentación y las manos son el medio directo para ello.
Trabajar la motricidad fina de manos nos prepara para actividades futuras imprescindibles, como son la escritura, el dibujo
– Tomamos al niño/a por los hombros y le hacemos un ligero masaje. Seguimos por el cuello y le hacemos cosquillitas para que lo movilice. Una vez realizado esto comenzamos a hacer los ejercicios, primero sentados y si no está cansado, los repetimos de pie.
– Bajar la cabeza y mirarnos la barriga.
– Mover la cabeza en distintas direcciones.
– Subimos la cabeza para mirar la luz del techo.
– Seguimos el movimiento de una pelota que bota.
– Que siga con la cabeza nuestra mano. La llevamos de hombro a hombro a una distancia de unos 50 cm. De la nariz.
– Ladear la cabeza como si quisiéramos tocar con la oreja el hombro y luego al otro lado.
Actividades de Socialización
En este período el niño y la niña ya son capaces de comenzar a establecer relaciones y de conseguir autonomía en determinados hábitos. Para ayudarles a conseguirlo, podemos:
– Enseñarles a saludar a la gente.
– Quieren que sus deseos sean satisfechos al momento, así que es normal encontrarnos con berrinches y enfados. Si no podemos atender inmediatamente al niño, es aconsejable hablarle para que se de cuenta de que le estamos atendiendo y la espera no se haga tan larga.
– Fomentar el juego con otros niños. Alrededor de los tres años, el niño puede esperar un rato antes de manejar un juguete que tiene otro niño.
Actividades de autonomía personal
Ya puede colaborar en el vestido poniéndose los calcetines o quitándoselos; deshaciendo el lazo de los zapatos; cerrar broches; unir velcros; bajarse y subirse pantalones y ropa interior…
Puede comer solo, utilizando la cuchara; bebiendo solo en un vaso; utilizando la servilleta de forma adecuada; limpiándose los dientes con cepillo y agua.
Control de esfínteres:
A partir de los dos años, el niño es capaz de expresar verbalmente sus necesidades fisiológicas. Aprovecharemos para explicarle de forma breve dónde debe hacerlas y reforzaremos mucho cuando lo consiga.
Aprovecharemos si tiene una hora fija, sobre todo para la defecación, y le pondremos siempre a esa hora.
No le tendremos excesivo tiempo sentado en el orinal, pero le recordaremos que es más cómodo ir seco.
Actividades para estimular la cognición
Comenzar a enseñar por las cosas más sencillas e incluso por las ya conocidas, estimula al niño a seguir aprendiendo.
Si cada aprendizaje supone un refuerzo y es adecuado a las posibilidades del niño, cada vez nos pedirá más.
Si le exigimos siempre por encima de sus posibilidades, rechazará el aprendizaje y habrá que empezar de nuevo.
Ejercicios de Lógica:
– Agrupar u ordenar elementos por alguna característica: color, forma, tamaño…
– Jugar con cantidades: Mucho-Poco; Lleno-vacío; Todo-nada
Actividades de situaciones en el Espacio:
– Vivenciar con el cuerpo la situación Dentro-Fuera, Bajo-Sobre, Delante – Detrás.
Dibujo:
– Les permitiremos que hagan garabatos en un papel, con diferentes colores y hablaremos después de lo que han querido hacer y se lo escribiremos al lado.
– Les daremos líneas simples para que las imiten en papel grande o en la pizarra. Los niños a partir de dos años y medio a tres años comienzan imitando la línea vertical, la horizontal y, a veces, el circulo.
Ejercicios de observación:
– Observar lo que vemos en un libro.
– Buscar lo que le pedimos en láminas simples. Después en otras más complejas.
– Escuchar un cuento corto sin interrumpir casi.
– Escuchar atentamente una canción.
– Mirar atentamente el libro que le enseñamos y explicar los personajes que ve o lo que pasa (de forma muy simple).
Ejercicios de memoria:
– Cambiar el nombre de las cosa y que las diga bien.
– Esconder un juguete para ver cuál falta.
– Lo mismo con láminas o cartas….
– Reproducir canciones, onomatopeyas, dichos…